Maternidad Castellana.
Museo de Bellas Artes de
Valencia.
Autor: Amadeo Roca Gisbert
(1905-1999)
Recuerda Francisco J. Contreras (en Liberalismo,
Catolicismo y Ley Natural), que la «dictadura del relativismo» (Ratzinger)
llega a afectar “no ya solo a los juicios de valor, sino también a las meras
constataciones empíricas, objetivables por definición” y por ello se suele
atacar con saña “a quien se atreve a criticar el dogma relativista según el
cual «todo vale lo mismo», «los nuevos modelos de familia son tan respetables
como el antiguo», «nadie es mejor que nadie», etc. De esta forma, se va
desplegando una censura (y autocensura) de lo políticamente correcto que prohíbe
recordar hechos que puedan molestar a algún colectivo”.
Todo ello se aprecia con nitidez en
el revuelo que ha levantado la publicación en España del libro Cásate y sé
sumisa de la periodista italiana Constanza Miriano. Se ha llegado hasta el
punto de que desde diferentes partidos políticos se haya llegado a pedir que se
prohíba su venta, lo que nos hubiera situado ante el primer libro censurado por
el poder desde la muerte del General Franco. Ha sido especialmente llamativo
que hasta la Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato haya
terciado en la polémica, pidiendo, en una tertulia televisiva que se retire el
volumen. “No comparto en absoluto ni el título ni el contenido y me gustaría, y
así lo he pedido, que se retirara ese libro, creo que no es nada adecuado y que
es una falta de respeto a las mujeres”, afirmó en el programa Los desayunos de
TVE. A su juicio, “ninguna mujer ni la mayoría de la sociedad” aprueba la
publicación del libro.
Pues bien, resulta patente la
lamentable rendición de esta señora a la dictadura de lo políticamente
correcto, además del hecho, no menos patético, de que ni por asomo ha leído una
sola línea del libro cuya “retirada ha pedido”.
Hablar sin saber de lo que se habla
es ya de por sí una patente muestra de falta de inteligencia, de poco rigor y de
superficialidad. Y que ello lo haga la Ministra de Sanidad es realmente difícil
de comprender.
Yo, que recién acabo de leer el
libro, puedo dar fe de la hermosura y grandeza del modelo de mujer que dibuja
Miriano. Porque en realidad, lo que ha provocado chirridos destemplados en los
oídos de la progresía ha sido el título, el “sé sumisa”, que en realidad no es
de la autora, sino de San Pablo, y fue escrito hace unos dos mil años. Propone
un ideal alto y noble, que puede hacer mucho bien a aquel que lo lea entero, y
sin prejuicios. Esa ideal no es otro que la idea de servicio al prójimo, y
puede resumirse en esta frase, que le dice en una carta a su amiga Mónica,
cuando ésta le pregunta por qué debería casarse:
Tendrás que aprender a ser sumisa, como dice San Pablo. O sea, a
ponerte debajo, porque tú serás la base de la familia.Tú serás los cimientos. Tú
sostendrás a todos, a tu marido y a tus hijos, adaptándote, aceptando, dejando
pasar las cosas, dirigiendo con dulzura. Quien sostiene el mundo es el que está
debajo, no el que se pone encima de los demás.
El libro, escrito en forma de cartas
a amigos y amigas que, o están casados o van a hacerlo, o deberían hacerlo,
está lleno de citas reseñables, y de consejos (la autora reconoce que le
encanta darlos) llenos de sentido común.
Me ha gustado especialmente cuando
habla de la perpetua adolescencia que parecen padecer muchos adultos de nuestra
cultura occidental. Lo que nos parece duro en esta parte del mundo es
renunciar a las vidas posibles. Es la sensación de adolescencia (…) cuando
querías vivirlo todo, probarlo todo, estar en todas partes. (…) Y la idea de
que algún día elegirías una de ellas y cerrarías todas las demás puertas a tus
espaldas (…) era lo más parecido a la muerte que uno podía imaginar a los
dieciséis años.
Y, contra esta pubertad persistente,
recuerda la autora la grandeza de la entrega cotidiana, del amor como donación
de cada día, de cada instante: Ahora –le dice en carta a su amigo Marco-,
el verdadero other side es ser leal, cuidar de alguien para siempre,
de tus hijos, por ejemplo: la verdadera aventura es gastar la vida en algo
serio, no estar buscando siempre la utilidad. Me tienes que explicar qué hay de
heroico y de audaz en hacer solamente lo que te apetece. En eso todos somos
buenos. La verdadera transgresión es ser leal, y ciertamente no el evadirse.
En definitiva, aclara la autora la
sumisión no procede del desprecio a uno mismo, uno no se decide a someterse
porque piense que no vale nada. Y, además, porque el fruto de la decisión de la
mujer será que el hombre esté dispuesto a morir por ella (…). Éste es el camino
de la salvación también aquí en esta vida, o sea, la paz, una vida matrimonial
plena y gratificante.
Para acabar, citaremos a Janne Haaland
Matláry, quien en su libro El tiempo de las mujeres, Notas para un nuevo
feminismo recuerda aquellas palabras, tan bellas como verdaderas, de
Monseñor Oscar Romero, que hablaba de que “el martirio es también el sacrificio
de sí mismas demostrado por las madres durante el embarazo, al dar a luz a su
hijo, amamantarlo y cuidarlo. En definitiva, la entrega personal, progresiva y
constante a los demás”.
No hay ideal o modelo de mujer más
elevado, apasionante y digno que el propuesto por Constanza Miriano para la
mujer, la base del mundo.
A ver si lo de la ley del aborto va a ser porque han visto el título y no se han leído el libro...
ResponderEliminarQué patético es tu blog. Anacrónico, misógino, lleno de fanatismo y dogmas sin sentido. Un insulto a la inteligencia humana.
ResponderEliminarEn cualquier caso, son mis ideas y tengo -creo- derecho a expresarlas y difundirlas. En cualquier caso, le ruego me indiqué donde están los anacronismos y quién decide que los sean y con qué criterio. Le ruego me explique donde ve usted "fanatismo" y "dogmas", y porqué cree usted que carecen de sentido. Y por último, le ruego me indique porqué cree usted que insulto a la inteligencia humana, pues es lo último que pretendo. Gracias.
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